Me encontraba entre 4 paredes. 4 paredes que minuto a minuto se hacian mas pequeñas y a mi me aplastaban. Sentí un calor en mi cuerpo, algo que no podía controlar, no se que era. Algo estraño. Me resultaba familiar, pero no para saber lo que era. No lo sabía, no lo reconocia. Mi corazón cada vez latía mas fuerte, mucho más. Parecia que no cabia en mi pecho, cómo si fuera demasiado pequeño y él muy muy grande. De pronto, la cabeza me daba vueltas. Parecía que estuviera en una batidora y que no pararan de darme vueltas. Cada vez el lugar en el que estaba se hacia mas pequeño y cada vez estaba mas sola. No había nadie conmigo. De pronto encontré una salida, pero eso no me ayudo. Soplaba un suspiro de aire fresco, me rozaba un poco la cara. Entonces, de repente mi corazón se paró por un instante. No había marcha atrás. Parecía que alguien me estuviera matando en ese instante. Me acuchillaban en el pecho. No paraban y cada vez dolía más. Cerré los ojos para no ver nada, para no ver y puede que no sentir. Aún así el dolor seguía ahí y lo notaba muy adentro en el pecho. Dolía tanto que me asfixiaba. Parecía cómo si el corazón no aguantará tanto dolor. Tanta presión. Me daba la sensación de que alguien, a sangre fría, me acuchillaba. Me agarraba con fuerza y no me dejaba respirar. Mi respiración, cada vez mas rápida, demasiado veloz diría yo. La boca seca cómo nunca antes la había tenido. Algo en mi interior me decía que no, que luchará y que no me rindiera. Pero que porfavor siguiera con los ojos cerrados. El dolor en el pecho aumentaba segundo a segundo. Mi vida se desvanecía. Los minutos pasaban y miles de voces susurraban a mis orejas palabras infintas. La mayoría no las entendía. No sabía que decian. Parecia que no era mi idioma. Entonces después de estar sin respirar y sin notar mi corazón, noté que algo cambiaba. Pero no por mucho tiempo, pues al cabo de pocos minutos, volvía ese cuchillazo en mi corazón. Me dolía tanto que lloraba. Lloraba de dolor. Me arrastraba intentando hacer que el dolor se fuera pero no pasaba. No se iba.
Entonces, después de bastantes silencios, escuché unas cuantas voces, y a todas las entendia. Podía oír lo que me decían. Cada vez el dolor bajaba, pero eso no era suficiente. La sequedad de mi boca aumentaba por momentos y yo no podía abrir los ojos. Instantes más tarde, no se cuanto rato había pasado, sé que no mucho, sé que mucho. La verdad, no lo sé. Abrí los ojos. Intenté incorporme pero eso era demasiado para mí. La cabeza me daba vueltas y mi cuerpo me pedía azúcar a gritos.
Minutos después pude volver al mundo de los vivos. La verdad es que no me había ido ni un segundo. Pero para mí había sido mucho más que eso.
11 crujidos:
Buen texto.
Interesante, con ritmo.
Me gusto.
Existe ese tipo de opresión todos los días, en cualquier lugar... Feo... Pero buen texto.
La primera foto la iba a poner yo hoy.
:)
Tu blog sí que es bonito.
muá
Niña... ya pasó. Recupera el ritmo de tu respiración, ya puedes abrir los ojos, todo está en orden.
Besos.
Todo se ve tan vudú...
noviembre nos ha afectado a tantos
qué regrese octubre o que ya llegue diciembre!!
bEsOs hermosa.
cuidate!
Hola ^^
Soy una web master de TwilightAngels, gracias por seguir nuestros pasos. Esperamos verte seguido opinando sobre los temas de nuestro blog.
Cuidate!
no sé si es una metáfora biográfica o el retrato de budú sufrido... sí es curioso, cuanto menos.
sorprende que siendo tan joven escribas tanto, sorprendete que adornes el blog con esta música... tan vieja.
Me gusta.
Un saludo
Curiosa historia. Me deja con ganas de saber más.
Abrazos
"Me dolía tanto que lloraba. Lloraba de dolor. Me arrastraba intentando hacer que el dolor se fuera pero no pasaba. No se iba."
El problema, es que no todas las personas, todas las cosas que nos amargan la vida, valen la pena, como para derramar lágrimas por ellas. Eso te das cuenta con el tiempo.
Saludos!
Se me oprimió el alma al leerlo :__(.
Me encantó tu texto catalán de repente, genial, deberías subirlo :).
Guapa!
hola..
muy bonitas tus palabras...
saludes
y mucha paz-ciencia!!
Me gusta mucho tu blog.
Publicar un comentario
Y dime, ¿que sientes?