Me enfrento a la mañana sin haber soñado en toda la noche. Con tiritas y miles de recuerdos rojos en el bolsillo roto de la chaqueta.
Con el corazón en la mano en medio de la calle, el pelo suelto y el humo del cigarrillo se desvanece.
El tráfico matutino y las paradas de bus llenas de desconocidos. De almas rotas en tres.
Empieza a llover y yo sin mi paraguas. Empieza a anochecer y yo sin ti.
No lo sé. Raro. Raro y bonito a la vez. Puede que quizá desesperado.
7 crujidos:
enfrentarse el día sin haber soñado...
duro.
yo también encuentro sentido a todo, menos a él.
pero cuando quieres a alguien se supone que todo deja de tener sentido, no?
mientras queden algunas tiritas supongo que todo irá bien :)
que malo es acostumbrarse a su ausencia
El hombre esta hecho para adaptarce, nos acostumbramos siempre, pero depende de nosotros ver el otro lado, avecer es mejor ir tratando de entender, cuando ya lo entendiste todo te puedes aburrir =D
Empieza a llover y yo sin mi paraguas. Empieza a anochecer y yo sin ti.
Me encanta esa frase te salió lindo este trozito!
Con las manos frías y todo de un rojo perfecto.
Me gusta tu blog, te sigo =)
Muaks
Los paraguas sobran aunque llueva.
miau
de
bollo
de
canela
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