Él, se la comía con la mirada. La contemplaba y ella, aún húmeda, dejaba que lo hiciera. Las gotas se evaporaban con el calor de su cuerpo, ese fuego. Ardiente. Él se moria por dentro, lo mataba, cada segundo ella lo mataba, le acuchillaba, lo asesinaba, sólo con mirarle. Ardiente. La casa, aún en silencio, dejaba oír algun suspiro de anhelo. Puede que fuera la primera vez que se veían, puede que fuesen totalmente desconcidos, o puede que se conocieran de toda la vida, la verdad, no importa. Ardiente. Cada vez que se cruzaban sus ojos a él se le hacía el corazón mas grande. Le daba la sensación que su pecho era demasiado pequeño para soportarlo, y cada vez los latidos aumentaban. Ardiente. Pasaron pequeños suspiros entre ellos y entonces él se le aproximó. Hasta notar el calor de su cuerpo en el de él. A él la ropa le quemaba. Aún no existian palabras para ellos dos. No les hacía falta sus cuerpos, sus almas, sus mentes, sus corazones, conectaban perfectamente. Cada instante era un mundo. Parecía cómo si el mundo se hubiera puesto a girar muy, muy rápido a su alrededor. En cambio ellos estaba quietos. Todo era lento, no había prisa. Ardiente. Ella era puro extásis. Sus corazones eran la melodía perfecta. Ardiente. Se aproximarón mas el uno al otro hasta que sus narizes se tocaban y el aliento de su boca entraba en la del otro. Permanecieron así unos instantes, hasta que él en un momento de máxima excitación le besó el cuello y ella cerró los ojos y se mordió el labio inferior. Fue cómo si al tocar la piel del otro hubieran desaparecido del mundo, hasta llegar a un universo exterior, el suyo. Ardiente. Él al oír su gemido le acarició el pelo suavemente, la cogió de la nuca y se la llevó a sus labios, entonces se besarón, como no imaginarias nunca. Sus lenguas jugeteaban dentro, se acariciaban. La saliva fluia y los labios eran puro fuego, ardiendo de pasión. Ardiente. La madrugada era fría. Ella llena de placer, gemía cada dos segundos. Ardían. Quemaban. Se convertian en un solo ser. Volaban. La lujuría les acompañaba en cada beso, cada mordisco y cada arañazo de placer. Ardiente. Se mirarón por enésima vez. Y ella, explotaba de placer.
sábado, 1 de noviembre de 2008
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11 crujidos:
Me gusta, me gusta. Derrocha pasión :)
un beso
Es increíble. Es como vivirlo en directo.
Me encanta tu blog, te agrego a mis links.
Gracias por tenerme entre los tuyos.
Besitosssss
Intensas…intensas tus palabras, llenas-saturadas de sensaciones de aquello que se esconde bajo las tejas donde te apoyas…
Compartimos, ya, dos cosas:
la lluvia
el signo zodiacal.
Antes o después de que llueva regresare por tu tejado.
Un saludo
Relato cinematográfico. Genial. Era como ser uno de ellos
Un beso
wow
muy descriptivo!
me gusta.
tmb estaría bueno que describieses la ropa de cada uno.
está muy bien!:)
saludos!
Vengo Antes de la Luvia a dejarte un abrazo... Ardeintes letras.
Un beso
MentesSueltas
gracias por escribir todo esto.
besitos
No hay mejor BOOM.
"Ardiente. Se mirarón por enésima vez. Y ella, explotaba de placer. "
Es el fuego que siempre nos corroe. Bonito blog, se puede llegar a paladear.
Saludos
Y sentir que un corazón no puede ser capaz de soportar tantos latidos, tanta pasión ni tanta magia...
ME ENCANTA TU BLOG *.*
Te pongo en mi lista de soñadoras :)
Un beso muy fuerte!! :***
wooow.
Que chulada..
mientras leía imaginaba y era como ver una película en su escena más pasional
Muy chulo.
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